Los grandes proveedores de servicios de streaming —Netflix, Amazon Prime o HBO Max, entre otros— han revolucionado el consumo de productos audiovisuales. No en vano, la forma de ver series televisivas, documentales y largometrajes ha cambiado para siempre. Porque, en el siglo XXI, ya no es imprescindible acudir a algún establecimiento físico para alquilar una película o disfrutar de un programa de televisión.
Hoy en día, los espectadores tienen al alcance de un clic una vasta variedad de bibliotecas en línea con contenidos cinematográficos y de televisión. Por consiguiente, las personas pueden acceder al material audiovisual de su preferencia en cualquier lugar a través de un dispositivo con conexión a internet. En añadidura, actualmente las cadenas de streaming no se dedican únicamente a distribuir series y películas, también las producen.
El surgimiento de los servicios de streaming
Los contenidos audiovisuales con audiencias masivas se han convertido en fenómenos de la cultura popular contemporánea. Por ello, no sorprende que franquicias masivas como Lord of Rings, Jurassic Park o Avengers, entre otras, tengan sus propios slots en casino juegos online. Además, ya no es necesario estar pendiente de la cartelera de cine ni de la programación de la parrilla de canales de TV por cable.
Doce momentos históricos del streaming
- Junio de 1993: Tuvo lugar primera transmisión en streaming realizada por la banda musical Severe Tire Damage desde el Centro de Investigaciones Xerox de Palo Alto, California, en la red de Mbone;
- Diciembre de 1996: Lanzamiento de Macromedia Flash Player y de RTMP;
- Abril de 2005: Lanzamiento de YouTube. Adobe adquiere a Macromedia;
- Octubre de 2006: Fundación de justin.tv (actual Twitch);
- Enero de 2007: Netflix —que funcionaba desde 1997 como un servicio de correos— entra en escena en el mundo del streaming;
- Noviembre de 2009: Apple estrena su protocolo HLS para transmisiones de video;
- Abril de 2012: El formato MPEG-DASH se convierte en el estándar internacional;
- Octubre de 2012: Felix Baumgartner marca un récord con 8 millones de usuarios en YouTube Live;
- Enero de 2015: YouTube abandona el sistema Flash en detrimento de HTLM5;
- Marzo de 2015: Lanzamiento de Periscope (a partir de ese momento, cualquier persona puede transmitir en vivo desde un dispositivo móvil);
- Enero de 2016: Lanzamiento de Facebook Live;
- Mayo – agosto de 2020: Los eventos de streaming en vivo se incrementan en un 300 %, al igual que las emisiones sobre salud y bienestar (1300 %) y los contenidos de aprendizaje en línea (980 %).
Impacto de las plataformas de streaming en la producción y distribución cinematográfica
Los servicios de streaming facilitan la producción y la distribución de un contenido más diverso y accesible para audiencias con distintas características. Adicionalmente, estas plataformas no dependen del esquema tradicional de los grandes estudios de Hollywood. En consecuencia, es un sistema que propicia la difusión de series televisivas, documentales y películas realizadas por cineastas y emprendedores modestos o poco conocidos.
Entonces, una oferta más variada disponible en línea ha reducido la afluencia en los cines. Según Statista, desde enero de 2021 a enero de 2023 la recaudación mundial de taquilla se mantuvo entre 10 y 13 % por debajo de los cálculos iniciales estimados para la industria. La misma fuente predice que para 2025 las salas de cine ingresarán US$ 43 millardos, en lugar de los US$ 51,4 millardos proyectados antes del Covid-19.
Impacto del streaming en las conductas de la audiencia
Uno de los aspectos clave en las preferencias de los espectadores con respecto al streaming y a las salas de cine es el costo. Mientras que un ticket para ver una película en un teatro vale unos 10 $ en EE UU. (el país con mayor número de cinéfilos), una suscripción de Netflix cuesta 6,99 $ al mes. En complemento, la inflación actual en la nación norteamericana propiciará más aumentos en los precios de los boletos.
Ante semejante panorama, la baza más fuerte del cine tradicional es apelar a la memoria del público acostumbrado a vivir la experiencia única de los teatros. Sin embargo, los espectadores nacidos en el nuevo milenio muestran mayor predilección por los contenidos online. Es más, para las personas de las generaciones Y y Z es muy común mirar una película o serie en su smartphone o tablet.
Los impactos que el streaming causará a la industria del cine en el futuro
De acuerdo con FilmTrack (2023), los grandes proveedores de streaming se están convirtiendo en poderosas casas productoras. Hasta la fecha, sólo Netflix ha producido más de seis mil títulos originales entre series de televisión, documentales, shows de stand-up y especiales interactivos. Si el proveedor mantiene esta tendencia en los próximos años, para mayo de 2027 cerca de un 100 % de su contenido será producido por la propia empresa.
¿El dato del párrafo anterior significa que los grandes estudios y el cine tradicional desaparecerán en un futuro no muy lejano?… No necesariamente. A pesar de la creciente popularidad de los servicios de streaming y la rentabilidad del contenido original, lo más probable es la consolidación de un modelo mixto. Ciertamente, la experiencia de las salas de cine es única y armar un home theater no está al alcance de todo el mundo.